martes, 10 de agosto de 2010

El Vaticano y sus cardenales a tribunales o el fin de la justicia divina


Alejandro Ruiz

Juicios actuales en Europa y Estados Unidos confirman que las sociedades ya no se conforman dócilmente con la “Suprema Justicia Divina”.

En la muy católica, apostólica y romana Italia -donde está enclavado el privilegiado y artificial Estado del Vaticano-, el arzobispo de Nápoles, cardenal Crescenzio Sepe, ha sido acusado por la Fiscalía de corrupción agravada en negocios inmobiliarios junto con un ministro del gobierno de Berlusconi (El País, España, 20-06-2010).

Agreguemos que este cardenal italiano no es un simple “pastor de almas”. Tiene pasaporte diplomático vaticano y hasta el 2006 manejaba todo el patrimonio inmobiliario de la Santa Sede, que reporta unos 70 millones de dólares anuales por alquileres. El cardenal Sepe dice en sus misas que es un mártir y que “después del calvario, vendrá la resurrección”. Pero la Fiscalía dice que en ese camino a la resurrección se embolsilló más de 3 millones de dólares de forma ilegal.

Otro caso relevante es el del cardenal primado de Bélgica, Godfried Danneels, sometido a proceso judicial por ocultar delitos de pederastia y abusos sexuales a niños por parte de algunos sacerdotes de su congregación católica. Su casa fue allanada e incautada su computadora portátil, con información comprometedora.

Por esta investigación, y a pesar de la protesta del papa Benedicto XVI, el pasado 24 de junio los tribunales de Bélgica ordenaron también una requisa en el Palacio Episcopal de la región de Malinas, regentado por el cardenal Danneels. Allí la policía encontró documentos sumarios relacionados con el caso del pederasta Marc Dutroux, quien en 2004 fue condenado a cadena perpetua por secuestros, violaciones y asesinatos a varias niñas”; sucesos que conmocionaron al país (Agencia EFE, publicado en ADN, España, 06-07-2010).

Por su parte, el primer ministro de Bélgica, el demócrata cristiano Yves Leteme, defendió la investigación judicial y afirmó que “quienes cometen abusos ‘deben ser condenados por la ley belga’, y que las pesquisas son una prueba de que la separación de poderes funciona en el país” (El País, España, 25-06-2010).

Mencionemos además, ya para cerrar este breve prontuario cardenalicio, que a finales de abril 2010 una Corte Federal de Estados Unidos admitió una demanda contra el Vaticano y el propio papa Benedicto XVI, cardenal Joseph Ratzinger, acusados de encubrir abusos sexuales de un sacerdote contra niños sordos de una escuela católica en Wisconsin (Agencia AP, 22-04-2010).

Y por si fuera poco, el 28 de junio 2010 la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó conceder inmunidad a las autoridades y funcionarios del Vaticano, incluyendo al Papa, al descartar una apelación judicial de la Santa Sede; por lo que podrán ser sometidos a tribunales por los abusos sexuales de sacerdotes en el país norteamericano (VTV, 28-06-2010).

Estas son muestras de que ni el Vaticano ni la jerarquía eclesiástica pueden ni deben estar por encima de la justicia de los Estados soberanos.

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