jueves, 21 de junio de 2007

Dos vidas sin noticia y la pared de Globovisión

Alejandro Ruiz

¿Qué es peor que no publicar una noticia? La respuesta es corta, la explicación larga. A propósito de la reciente detención del autor intelectual de un doble crimen.

I Parte
Ante la diversidad de medios existentes, parece inexplicable el “tubazo” del periódico comunista venezolano Tribuna Popular, al generar la noticia -replicada en el medio alternativo aporrea.org- del asesinato de dos dirigentes de la Coordinadora Simón Bolívar, que pocos días antes habían participado en una protesta rayando con consignas las paredes externas del canal privado Globovisión.

“Asesinados dos dirigentes de la Coordinadora Simón Bolívar que participaron en protesta contra Globovisión y Fedecámaras”, tituló Tribuna Popular el día jueves 31 de mayo de 2007, al informar en su portal digital y en aporrea.org, que “ayer noche –miércoles 30 de mayo-, después de participar en un juego de beisbol en el Parque Naciones Unidas y de regreso a su domicilio, fueron ametrallados Dayana Carolina Azuaje, profesora de la Unefa y su compañero Gabriel Tovar, ambos dirigentes de la Coordinadora Simón Bolívar, quienes resultaron muertos. Los hechos ocurrieron en la avenida San Martín a la altura de Plaza Capuchinos cercano a las 10:30 pm, el vehículo en que se trasladaban fue interceptado en el lugar y fueron ametrallados directamente. Ella iba acompañada de su hija y un sobrino quienes resultaron ilesos”. Juan Contreras, dirigente de la Coordinadora, informó que ambos habían participado en la protesta contra Fedecámaras y Globovisión el viernes 25 de mayo.

Lamentable primicia. Primero, por el asesinato de dos vidas ametralladas al típico estilo del sicariato, con 14 tiros Gabriel José Enrique y 5 tiros su esposa Dayana. Segundo, por el escándalo mediático que antecedió su muerte física cuando protestaron frente a Globovisión pintando las paredes de este canal televisivo. Tercero, por la exagerada condena, de chavistas y antichavistas, a la protesta de la Coordinadora Simón Bolívar contra una pared de Globovisión. Y cuarto, por el exagerado silencio informativo, de medios públicos y privados, y el exagerado silencio moral de dirigentes de la Revolución Bolivariana, que no se merecen Dayana Carolina, Gabriel José Enrique y la combativa parroquia 23 de Enero de Caracas.

Hegemonía de la razón mediática
La valoración del asesinato de dos revolucionarios y la “agresión” a la pared de un canal de televisión, es un hecho concreto que nos demuestra en la práctica cómo las “ideas que se han hecho recurrentes en el discurso sociológico dominante” también moldean el razonamiento y la práctica de quienes combaten esa hegemonía, debido a “la existencia dual del sujeto”. La razón mediática continúa imponiendo su lógica, a pesar de las críticas. Dos vidas valen menos que la pared de un canal de televisión. La pared de Globovisión tiene más derechos humanos y despliegue informativo que dos ciudadanos asesinados. Continuemos, comparemos.

La Fiscalía atendió tan diligentemente los “derechos humanos” de la pared de Globovisión, que el día sábado 26 de mayo mantuvo acordonado el “lugar del crimen” y no permitió que artistas de RCTV y vecinos de la “popular” urbanización Alta Florida remozaran “la fachada y las paredes de la planta televisiva, las cuales fueron dañadas ayer a altas horas de la noche por adeptos al oficialismo con grafitis y consignas en contra del medio y del canal de Quinta Crespo. Hasta las once de la mañana, las personas no habían podido iniciar el proceso de pintura porque autoridades de la Fiscalía General de la República ordenaron esperar hasta llevar a cabo algunas experticias” (eluniversal.com, sábado 26 de mayo de 2007).

La misma noche del viernes 25 de mayo, luego de la “cruel agresión” con pintura contra la pared exterior de Globovisión, la Fiscalía General de la República designó al fiscal 32 del área metropolitana de Caracas, Cristian Quijada, para dirigir la investigación y “requirió al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) efectuar la inspección ocular del sitio del suceso y la fijación fotográfica (…) solicitó la realización de las entrevistas a las personas que presenciaron la manifestación (…) consignación del video que contiene la grabación de lo sucedido, a los fines de (…) establecer las responsabilidades que se desprendan de la investigación penal”, según publicó Globovisión y toda la prensa nacional el día sábado 26 de mayo. Mayor eficiencia no se puede pedir.

En contraste, los militantes de la Coordinadora Simón Bolívar -que no son dueños de un canal de televisión, pero que en la parroquia 23 de Enero casi ganan las elecciones municipales de agosto 2005, con la tarjeta del PCV contra la poderosa alianza MVR, PPT y Podemos-, tuvieron que acudir, dos días después del asesinato, con los dos ataúdes de sus dirigentes a la Fiscalía General de la República para que se investigue y castigue este crimen, que no se borra con pintura.

“Paralizaron el tránsito automotor frente a la sede principal del Ministerio Público (…) acompañados de dos ataúdes. Una comisión del grupo radical ingresó al despacho para formalizar su queja (…) En la calle permanecían los cadáveres (…) Los manifestantes permanecieron en la avenida México hasta que fueron atendidos” (El Universal, sábado 02 de junio de 2007, pág. 3-22).

Un alto funcionario revolucionario y periodista “deploró el acto de violencia (…) `Esto lo rechazamos enérgicamente y vamos a tomar acciones para que esto no vuelva a ocurrir´, afirmó (…) informó que se colocó un cordón de seguridad (…) para evitar cualquier acto similar e indicó que funcionarios de la Guardia Nacional y la Policía Metropolitana en conjunto se apersonaron en el lugar”. Lamentablemente, nuestro funcionario y periodista no se refería a la muerte de los dos dirigentes bolivarianos, sino a las pintas en la sede de Globovisión (globovisión.com, publicado el 25-05-2007). Alguna explicación habrá.

Todavía esperamos que con la misma vehemencia, rapidez y despliegue con que se cuestionó y condenó la acción contra la pared de Globovisión –políticamente inconveniente, pero no para tanto- se condene y sancione el asesinato de los dos dirigentes de la Coordinadora Simón Bolívar. Todavía es tiempo, porque cuando le demostramos más atención a la oposición que a los sectores revolucionarios, también se debilita la fe en la Revolución.

II Parte
Después sobrevino el silencio
Como si no bastara la tragedia de la muerte y la descalificación previa, después sobrevino el silencio. No hubo primera plana. No hubo un extra noticioso. No hubo un ministro declarando, un magistrado del Tribunal Supremo, ni siquiera mi programa de televisión favorito dijo algo, como había ocurrido esa semana con otros hechos. Ni una nota de duelo de la universidad Unefa, donde ejercía como profesora Dayana Carolina. No la vi. Sólo el Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria, donde trabaja como vigilante el padre de Dayana, publicó una pequeña nota de duelo el 01 de junio en el diario Últimas Noticias. Quizá pocos quieran relacionarse con estos “vándalos motorizados oficialistas”, como los llamó el noticiero El Observador de RCTV, aprovechando sus últimas horas de señal abierta.

Solamente el diario Últimas Noticias y el Diario Vea publicaron el día 01 de junio de 2007 una nota informativa, tan pequeña como la única nota de duelo. “Matan a dos dirigentes en la Av. San Martín”, tituló Últimas Noticias en la esquina inferior de la pág. 25, en dos columnas por 11 centímetros, con 168 palabras de información; mientras en un amplio tercio de la misma página nos enteramos que “Cabeza de Gato” había asesinado a “Paíto” en una barbería. Cuestión de prioridades. Por su parte, el Diario Vea dedicó 129 palabras, en dos columnas por 10 centímetros de su penúltima página, sin enterarse de lo que pasaba, al titular: “Localizan pareja tiroteada dentro de un carro”. Ni mencionaron que eran dirigentes de la Coordinadora Simón Bolívar.

En esta extraña lógica de la razón mediática, en la cual algunos mensajeros son el mensaje, después que Lina Ron denuncia, el 02 de junio, a las 11:30 de la mañana, el ajusticiamiento de los dos dirigentes de la Coordinadora Simón Bolívar, 60 horas después del crimen, es cuando aparece la noticia en diversos medios.

Hasta ese momento, a las 11 de la mañana del día 02 de junio, reviso en Noticias de Google, el más poderoso buscador mundial en Internet, y escribo: “agresión contra paredes de Globovision”. Aparecen 65 artículos relacionados, desde Radio Nacional de Venezuela hasta La Crónica de Baja California, pasando por todos los diarios y noticieros nacionales de radio y TV.

Luego, busco en Noticias de Google: “asesinan a dos dirigentes de la Coordinadora Simón Bolívar”. Sigo buscando: “asesinan a dos dirigentes chavistas”. Vuelvo a buscar: “asesinan a dos dirigentes bolivarianos”. Saben cuántos artículos aparecieron en los tres intentos: cero, ninguno. A 60 horas de haber ocurrido el crimen, busco también Web Google y sólo aparecen cinco referencias en medios alternativos de izquierda, todas citando la noticia de Tribuna Popular, publicada el 31 de mayo 2007. Nada en medios privados –excepto, qué ironía, en la página digital de globovision.com-, nada en los medios del gobierno bolivariano, ¡hasta las 11 am del día 02 de junio!

Peor que no publicar una noticia
Este caso demuestra que no basta con generar la noticia. Si no tiene un medio importante de distribución que la difunda, la noticia no existe en los medios; en consecuencia, no existe en la llamada opinión pública.

No pocas veces desde sectores revolucionarios se han formulado justas críticas a las agencias transnacionales de noticias y a los medios nacionales de difusión privados, por el ocultamiento de información relevante sobre el desarrollo de la Revolución Bolivariana, además de la evidente falsificación de ciertas noticias. Para contrarrestar esa manipulación mediática, al noticiero CNN se le contrapone Telesur; a las agencias AP, EFE, AFP, Reuters y otras se le contrapone la Agencia Bolivariana de Noticias, con la misión de no caer en los males que se critican. Pero sucedió.

¿Qué es peor que no publicar una noticia? Publicarla y después borrarla. Y esto fue precisamente lo que hizo nuestra Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) en su página en Internet, al informar: “Asesinados dirigentes que participaron en protesta contra Globovisión”, refiriéndose a la noticia generada por Tribuna Popular. Es la primera vez en su historia revolucionaria que ABN borra una noticia de su portal informativo, como lo hizo al publicar esta noticia el 31 de mayo de 2007 y eliminarla ese mismo día en la noche, sin explicación alguna. La noticia no era falsa. Cumplía con los elementos de valor noticioso, sobre todo después del espectáculo con la pared de Globovisión: novedad, importancia, proximidad, consecuencia e interés humano.

La noticia en ABN fue publicada en la siguiente dirección oficial de Internet: http://www.abn.info.ve/go_news5.php?articulo=93751&lee=18. Y ahora no tiene texto. Sencillamente ABN la desapareció.

Fue tal el vacío informativo, tanto en medios privados como del Estado, que hasta el día 02 de junio al mediodía persistió la duda en algunos sectores revolucionarios y de oposición sobre si el asesinato de estos dos dirigentes bolivarianos era mentira o en realidad había sucedido el miércoles 30 de mayo, tal como lo reportó el periódico de los comunistas, rompiendo con el monólogo mediático.

Entre los internautas de dos de los medios digitales más visitados, como son: Noticias24 (oposición derechista) y aporrea.org (revolucionario), la noticia era la ausencia de información, en especial en los medios del Estado.

En Noticias24 algunos lectores opinaron, entre el 01 y el 02 de junio:
--“Aún estando en contra de este gobierno, lamento esto, de ser verdad, porque ni VTV lo reseña”.
--“Yo soy opositora pero no me alegro (…) si la historia de sus muertes es cierta”.
--“¿Dónde fueron a parar esos cuerpos que ningún medio de comunicación los enfocó, y tan bocones que son los oficialistas ninguno dijo nada…”.
--“Ya terminé de leer esa noticia completa y resulta que los mataron en san martín pero nadie se ha hecho eco de la noticia, ¿qué tal?...”.
--“Dios me perdone, pero en este caso digo: ver para creer”.
--“La CSB (…) deberían ir a VTV, ANTV, TVes, Tele-sur, Avila-TV, Catia-Tv para que les expliquen por qué no cubrieron el suceso”.

En aporrea.org algunos lectores señalaron, el 31 de mayo, lo siguiente:
--“…una y otra vez las víctimas están de este lado, los medios del estado no funcionan aún, no han comprendido la dinámica que se necesita para combatir y poner contra la pared a los golpistas de globoinvento…”.
--“Panas esto no lo entiendo... Censura?”.
--“Lo que yo me pregunto… ¿dónde xxx está la efectividad de la política comunicacional del gobierno?.. ¿Por qué xxx me vengo yo a enterar ahora por este medio? ¿Por qué VTV no le ha dado la cobertura suficiente a este criminal hecho?”.
--“Y como siempre, el que no tiene internet ni se entera”.
--“Esta mañana apenas asesinaron a la estudiante de la UCAB, inmediatamente se supo. ¿Por qué esta noticia tarda tanto en salir?”.
--“…no es la primera vez que las muertes nuestras pasan por debajo de la mesa (y se quedan allí). Será que alguna vez nos irá a tocar a nosotros que la fiscalía y la defensoría del pueblo nos considere tan venezolanos como a los opositores”.
--“Lo que si les digo es que eso de que oculten esa noticia no está bien…”.
--“La noticia desapareció del portal de ABN, desconocemos si es que era falsa o si se dio la orden de no difundirla. (…) De pana espero que todo esto sea falso”.
--“Si es falsa es un alivio”.
--“Lo lamento, pero el Apo-Equipo confirmó a través de varias fuentes que la información es cierta”.

Una reflexión final y una petición
Nunca más la muerte de un dirigente social o político de la Revolución en manos del sicariato. Nunca más la impunidad ante estas muertes, que ya no son pocas. Nunca más el silencio ante estas muertes, mientras se hace un espectáculo de las noticias que impone la razón mediática. Qué nunca más una organización revolucionaria en Venezuela tenga que pagar un remitido en la prensa para denunciar la muerte de sus dirigentes, como tuvo que hacerlo la Coordinadora Simón Bolívar en el diario Últimas Noticias, el día 03 de junio de 2007, a página completa, y obligados a señalar, además: “Denunciamos asimismo la insólita situación comunicacional que ha impedido que este caso sea difundido en todos sus detalles, incluso en medios oficiales y de línea afín al Gobierno Bolivariano”.

Una petición, sólo una. Al director de la Agencia Bolivariana de Noticias: que se restablezca la noticia del asesinato de los dos dirigentes revolucionarios, tal como fue publicada el día 31 de mayo de 2007 en el portal de ABN. Es un acto de justicia comunicacional y de ética revolucionaria. Es lo menos que se debe hacer, en honor a la verdad.■

martes, 5 de junio de 2007

Disney es socialismo o la cultura en Pdvsa


■Alejandro Ruiz

¿Qué tienen en común la corporación Disney y la empresa petrolera venezolana Pdvsa? Si la pregunta se hubiese formulado en el año 2002, diría: mucho. La respuesta hoy, en junio del año 2007, es: algo.

Negar los cambios que ocurren en Venezuela desde que el Presidente Hugo Chávez accedió al gobierno en 1999 sería una estupidez. Afirmar que esos cambios revolucionarios se reflejan en toda la estructura y superestructura de la sociedad venezolana sería, lo menos, una ingenuidad. Ni siquiera en los propios organismos del Estado Bolivariano, que deberían ser la referencia para una sociedad que pugna una transición al socialismo dentro de un sistema capitalista tan consumista y alienante como el implantado en Venezuela y a su gente, la ideología transformadora termina de consolidarse.

Sacar a la transnacional petrolera estadounidense Chevron-Texaco del dominio de la Faja Petrolífera del Orinoco es más fácil que sacar a la corporación transnacional de la “información y el entretenimiento” Walt Disney Company de la agenda de Pdvsa.

En momentos que el Presidente Hugo Chávez denuncia otra campaña del imperialismo estadounidense en alianza con los grandes medios de difusión nacionales e internacionales para derrocarlo, aprovechando la coyuntura de la salida del aire del canal privado del grupo 1 Broadcasting Caracas, la nueva Pdvsa –la roja, rojita, “camino al socialismo petrolero”- patrocina el espectáculo teatral infantil de Disney Theatrical Productions, La Bella y la Bestia, para el día 6 de junio a las 8:00 p.m., en el Teatro Teresa Carreño.

Ciertamente, la bonita historia, publicada en primera versión en el año 1740 por la escritora francesa Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve y convertida al cine por Disney en el año 1991, no es para derrocar al Presidente Chávez. Pero, ¿cuál es el contramensaje que se envía a los 600 mil estudiantes de la Misión Ribas que patrocina Pdvsa? ¿Cuál es el contramensaje que se envía a los promotores de la Misión Moral y Luces? ¿Cuál es el contramensaje que se envía a esta sociedad que se debate entre la costumbre arraigada del capitalismo consumista y alienante y el surgimiento de una nueva cultura en transición al socialismo? No es simple ni banal el asunto, cuando analizamos, más allá del cuento infantil, a su empresa productora y a la empresa co-patrocinante.

Si desde una de las instituciones que más ha avanzado en la transformación revolucionaria de la sociedad venezolana, se patrocina un espectáculo de la Walt Disney Company, como un “sponsor” normal, qué puede estar pasando en otras instituciones del gobierno y en las mentes de sus dirigentes. Decía el prócer y poeta José Martí: “Quien no vive como piensa, termina pensando como vive”.

En el diario El Universal del día lunes 04-06-2007 nos encontramos un aviso de Pdvsa (pág. 1-11) proclamando: ¡A un mes de la Nacionalización! “La Faja Petrolífera del Orinoco es íntegramente Venezolana…” ¡Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos! Al pie de página del aviso: Gobierno Bolivariano de Venezuela. Ministerio del Poder Popular para la Energía y Petróleo. Venezuela ahora es de todos. Muy bien. Luego en la página 2-5 nos encontramos otro aviso, de doble tamaño al anterior, con el mismo pie de página: Gobierno Bolivariano de Venezuela. Ministerio del Poder Popular para la Energía y Petróleo. Venezuela ahora es de todos. Pero con un mensaje que es la negación del anterior, una apología al consumismo del capitalismo salvaje, una alianza de Pdvsa con la esencia del capitalismo actual, como son las corporaciones financieras y las transnacionales de las telecomunicaciones, invitando al espectáculo La Bella y la Bestia, de Disney.

Qué leemos en el aviso, en el cual al menos se cuidaron de no agregar: ¡Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos! El co-patrocinante es un banco privado, bolívar Banco, cuyo anterior presidente está actualmente detenido por el caso de los 27 millones de dólares entregados por Cadivi a la empresa Microstar, aún en proceso judicial. El programa de televisión Quién quiere ser millonario, del canal RCTV, era también patrocinado por bolívar Banco. El evento se anuncia como una “Función Privada, sólo para tarjetahabientes Visa o Master Card Bolívar Banco”. Más exclusivo no se podría. Mientras en la esquina derecha inferior del aviso seguimos leyendo: Venezuela ahora es de todos. El productor original de la obra es Disney Theatrical Productions, filial de la corporación estadounidense Walt Disney Company. No me imagino al Ministro de la Cultura patrocinando este evento. Porque no se trata de La Bella y la Bestia producida por el Grupo Chichón.

Disney, más que un juego de niños
Detrás de las orejitas de Mickey Mouse se esconde la empresa estadounidense Walt Disney Company, una de las diez mega corporaciones que “poseen o controlan los grandes medios de información de Estados Unidos: prensa, radio y televisión. Esa decena de imperios controla, además, el vasto negocio del entretenimiento y la cultura de masas, que abarca el mundo editorial, música, cine, producción y distribución de contenidos de televisión, salas de teatro, internet y parques tipo Disneyworld, no sólo en el país del norte sino en América Latina y el resto del mundo”, según revela un estudio de los investigadores Bridget Thornton, Brit Walters y Lori Rouse, del Proyecto Censurado1 de la Universidad Sonoma State de California, citado recientemente por el periodista y analista de medios Ernesto Carmona.

Para los patrocinantes en Pdvsa de la cultura Disney, no estaría demás repasar el artículo de Ernesto Carmona –no Estanga- sobre el control de los medios y el mensaje: “El discurso dominante que ofrecen los diez grandes imperios comunicacionales ofrece propaganda política, crea opinión pública y persuade en favor de la ideología conservadora;(…) en general, moldea las mentes y lava los cerebros. En vez de informar al ciudadano para dotarlo de una visión crítica y vigilante, el control mediático lo transforma en un consumidor pasivo de entretenimiento y en espectador de la política… por televisión. El control interesado de las noticias por parte de los medios más influyentes comienza desde la selección de lo que es “noticia”, es decir, la información que se dará a conocer a los ciudadanos e incluye cómo deben conocerla, o sea, la presentación, tratamiento y enfoque de los hechos a través de los “hombres ancla” o presentadores de noticias, las imágenes de televisión o los textos de los grandes periódicos. Paradojalmente (sic), estos diez grandes imperios mediáticos muestran a Estados Unidos como una democracia ejemplar, regida por el llamado “sueño americano de la libre competencia”, donde todos tendrían “iguales posibilidades de triunfar”. Probablemente queden pocos ingenuos que comulguen con esa publicidad”. Parece que todavía quedan.

Walt Disney Company es dueña de una de las cuatro grandes cadenas de televisión de noticias en Estados Unidos: la ABC (American Broadcasting Company). Tiene y opera más de cincuenta televisoras y radios. Por cable poseen o tienen acciones importantes en los canales ESPN, The History Channel, A&E Television; The Disney Channel; E! Entertainment y otras veinte empresas de televisión y cerca de treinta empresas internacionales de cable.En el negocio del libro tiene tres editoriales, publica revistas, posee negocios multimedia, los famosos parques Disneylandia y DisneyWorld, con presencia en EEUU y Europa. Está en el negocio de los videojuegos, de la producción y distribución de cine con empresas como Buena Vista Home Entertainment, Buena Vista Home Video, Buena Vista International, Hollywood Pictures, Miramax Films, Touchstone Pictures y Walt Disney Pictures.

Tiene negocios de producción televisiva, además de Estados Unidos, en Japón, Francia, Alemania, Australia y Canadá. En empresas de música incursiona con cinco sellos disqueros. En juguetes y souvenir tiene The Disney Store. Posee equipos de jugadores en la Liga National de Hockey.

Y participa en el teatro y los deportes con… -adivinen- Disney Theatrical Productions, que incluye la producción de versiones de sus éxitos infantiles como El Rey León, La Bella y la Bestia y El Rey David. Sí, el mismo grupo cultural que en Venezuela necesita el patrocinio de Pdvsa para poder presentar su “obrita” en función privada.

Por si fuera poco, es probable que su hijo o nieto recién nacido disfrute de la música e imágenes del DVD baby mozart, producido por The Baby Einstein Company, de la división Disney DVD.

Como también existe una conexión entre los grandes medios corporativos y la educación superior estadounidense, hay directivos de Disney vinculados a la Georgetown University, Duke University, University of California y la University of Southern California.

Adicionalmente, algunos de los trece directivos de Walt Disney Company tienen vinculación y presencia en corporaciones como: Boeing Company, Halliburton Co, Northwest Airlines Corporation, Estée Lauder Companies Inc., FedEx Corporation, Gillette Company, Siemens Pyramid, Staples Inc. y Yahoo! Inc.


¿Qué tienen en común Disney y Pdvsa?
Además del espectáculo La Bella y la Bestia, Walt Disney Company también busca y explota petróleo y gas natural, a través de la financiera Sid R. Bass.

“En este punto dio el hada un golpe en el suelo con una varita y transportó a cuantos estaban en la sala al reino del príncipe. Sus súbditos lo recibieron con júbilo, y a poco se celebraron sus bodas con la Bella, quien vivió junto a él muy largos años en una felicidad perfecta, pues estaba fundada en la virtud”, final de La Bella y la Bestia.■