Inteligencia estadounidense ‘sembró’ documentos para dañar imagen del candidato presidencial demócrata, además de a Chávez y a Correa
Alejandro Ruiz
El virtual candidato presidencial estadounidense por el Partido Demócrata, el senador Barack Obama, podría ser acusado en cualquier momento de patrocinar organizaciones terroristas, si se aplican los mismos criterios difundidos por el gobierno colombiano de Álvaro Uribe y del republicano George W. Bush para señalar a los presidentes Hugo Chávez y Rafael Correa de tener vínculos y patrocinar a las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc, marxistas-leninistas).
Todo se sustentaría en documentos “encontrados” en el computador portátil del Comandante guerrillero Raúl Reyes, asesinado el 1 de marzo de 2008 por fuerzas combinadas de Colombia y Estados Unidos, en territorio de Ecuador.
Los documentos publicados por el diario colombiano El Tiempo, 24 horas después del ataque contra el campamento de Raúl Reyes, y que “según fuentes de inteligencia se encontraron” en los equipos atribuidos a este líder de las Farc, contienen todo tipo de revelaciones para perjudicar a los movimientos y gobiernos progresistas de Latinoamérica, además de absurdas redacciones, como seudónimos explicando el nombre verdadero y códigos fácilmente descifrables para involucrar a los gobiernos venezolano y ecuatoriano en negociaciones económicas con las Farc y otros movimientos revolucionarios.
Los servicios de inteligencia del gobierno estadounidense, dirigido por los republicanos, conjuntamente con el DAS colombiano, se engolosinaron tanto con la versión de las computadoras que se les pasó la mano y varios detalles al ‘sembrar’ cuanto documento e informe tenían preparado, algunos partiendo de partes generales decomisados o de información pública y notoria, pero deformada en su desarrollo. Otros descaradamente absurdos.
Así, en las 36 páginas de documentos “secretos” publicados en la web de El Tiempo, aprovecharon para vincular a Barack Obama con las Farc, como un argumento útil a futuro en la campaña electoral por la Casa Blanca. En las págs. 11 y 12, un informe de dos páginas, supuestamente elaborado por Raúl Reyes para el Secretariado, con fecha 28-02-08 y encabezado como “Secre13”, señala en el punto 6 lo siguiente:
“Los gringos, pidieron cita con el ministro para solicitarle nos comunicara su interés en conversar varios temas. Dicen que el nuevo presidente de su país será Obama y que ellos están interesados en sus compatriotas. Obama no apoyará plan Colombia ni firma del TLC…”.
En otras palabras, Raúl Reyes dice que unos emisarios de Barack Obama están interesados en reunirse con las Farc, por intermedio de un ministro ecuatoriano. Pero resulta que el mismo Raúl Reyes, en una supuesta carta del 18.01.08 y encabezada como “Secre03”, dice que ese ‘ministro’ se llamará “en adelante Juan” (para despistar, pues) y no ministro ni Gustavo Larrea.
Lo curioso es que la policía del gobierno de Uribe encontró en las computadoras, en sólo 24 horas, justo las 36 páginas “más comprometedoras”; aunque el informe emitido por la Interpol, el 15-05-2008, señala en su página 28 que “en las ocho pruebas instrumentales de carácter informático decomisadas a las FARC se encontraron (…) 22.481 páginas web, 37.872 documentos escritos”, además de un lote de archivos tan grande que el propio secretario general de la Interpol , el estadounidense Ronald Kenneth Noble, declaró: "se puede decir que este volumen de datos corresponde a 39,5 millones de páginas de Microsoft Word y, si todos los datos incautados estuviesen en formato Word, a un ritmo de 100 páginas por día, se tardaría más de 1.000 años en leerlos."
Es asombroso que los 1.400 oficiales del ejército de los Estados Unidos que dirigen, en Colombia, operaciones militares encubiertas contra las Farc y los 8.000 agentes del DAS y el ejército colombiano dedicados a estas labores de inteligencia y contrainteligencia -unas 10.000 personas, si se dedicaran exclusivamente a la revisión de las computadoras-, hayan logrado en 24 horas hacer el trabajo de 37 días, y “encontrar” las 36 páginas “más comprometedoras” de las Farc, donde se involucra a Chávez, a Correa, ministros y altos funcionarios de sus respectivos gobiernos, al Fmln, a Daniel Ortega, hasta a Obama; además de negociaciones de uranio, chismes sobre Ingrid Betancourt, transferencias de dinero, un volante escaneado convocando a una marcha, y pare de contar. De todo tienen esas 36 páginas, y las que saldrán cuando les convenga a Uribe y a Bush.
La única explicación es que el líder guerrillero Raúl Reyes, curtido en las normas de seguridad y encriptación de documentos, guardara en el ‘escritorio’ del computador una carpeta de archivos con el nombre “secretos más comprometedores”. Disculpen este mal chiste, porque el asunto es muy serio.
En relación a Barack Obama, es conocido que la política en Estados Unidos no presenta divergencias sustanciales, salvo que los republicanos muestran una mayor agresividad reaccionaria que los demócratas. Sin embargo, las posiciones de Obama en política internacional tienen algunas diferencias con los planteamientos ultraderechistas del republicano John MacCain y con la demócrata conservadora Hillary Clinton, como por ejemplo sobre la guerra en Irak y las relaciones con Latinoamérica. Y esto no es tan simple en un país manipulado para la guerra.
Obama aseguró el 15-05-2008 que estaba dispuesto, si era elegido presidente, a mantener conversaciones directas con los dirigentes de países como Irán, Siria, Cuba o Venezuela. A lo cual el presidente Bush contestó: “Algunos parecen creer que deberíamos negociar con terroristas y radicales, como si algún argumento ingenioso fuera a persuadirlos de que estuvieron equivocados todo el tiempo. Hemos escuchado antes esta ilusión tonta”.
No sería extraño que, más adelante, algún vocero de la Casa Blanca haga referencia a los vínculos ‘siniestros’ de Obama con las Farc, porque “así lo dicen los documentos de las computadoras” entregadas por el ejército de Colombia a la policía científica de Colombia (Dijin) el 3 de marzo de 2008, a las 11:45 am, y por ésta a la Interpol el 10 de marzo de 2008; y en las cuales los especialistas de Interpol “hallaron un total de 48.055 archivos cuyas marcas de tiempo indicaban que habían sido creados, abiertos, modificados o suprimidos como consecuencia del acceso directo a las ocho pruebas instrumentales por parte de las autoridades colombianas entre el momento del decomiso de éstas”, según afirma el propio informe de la Interpol, en la página 33.
Un detalle final. El secretario general de la Interpol, el estadounidense Ronald K. Noble, afirmó en la rueda de prensa: “El Sr. Reyes ya está muerto, pero definitivamente eran sus computadores, sus discos, su equipo físico. Él era el representante de las Farc y el responsable de su contenido”. Pero su informe policial le contradice, cuando en la página 8 dice textualmente: “La verificación realizada por Interpol de las ocho pruebas instrumentales citadas no implica la validación de la exactitud de los archivos de usuario que contienen, de la interpretación que cualquier país pueda hacer de dichos archivos, ni de su origen”.
En pocas palabras, la Interpol no sabe a quién o a quiénes pertenecen las computadoras y accesorios que examinaron, ni puede garantizar la exactitud de los archivos que contienen. La CIA y el DAS si, porque tres meses antes del bombardeo tenían estos equipos en sus manos. Con razón no pueden mostrar ni una huella del supuesto propietario, y hasta la revista Time duda de ellos.-
domingo, 18 de mayo de 2008
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