jueves, 26 de febrero de 2009

Cuando la prensa equilibrada se destapa contra Chávez o el fin de El Mundo (II)

El chantaje sionista del antisemitismo contra Chávez


Alejandro Ruiz

(III Parte del ensayo Cuando la prensa equilibrada se destapa contra Chávez o el fin de El Mundo, que revela la nueva matriz de opinión del supuesto antisemitismo de Chávez)

III PARTE.- CHÁVEZ, “EL INCENDIARIO NAZI ANTIJUDÍO”
(EL CHANTAJE SIONISTA DEL ANTISEMITISMO CONTRA CHÁVEZ)

La nueva matriz de opinión que se ha pretendido imponer en Venezuela y en el mundo es el supuesto antisemitismo del Presidente Chávez, la cual llegó a su cúspide cuando un grupo, hasta entonces desconocido, profanó y asaltó la Sinagoga Tiferet de la comunidad judía en Caracas, el sábado 31 de enero 2009; casualmente, cuando faltaban dos semanas para el referendo por la enmienda constitucional.

Además, la acción contra la Sinagoga ocurrió en medio del enfrentamiento diplomático entre Venezuela e Israel ante la ofensiva militar de este último en la Franja de Gaza, que causó 1.300 muertos, la mitad mujeres y niños. En protesta a la masacre de civiles, Chávez expulsó al embajador israelí en Caracas, Shlomo Cohen, y el gobierno de ese país respondió la medida expulsando a diplomáticos venezolanos en Israel y Palestina.

Los principales personeros del antichavismo militante y polifacético desfilaron por la Sinagoga y los medios de difusión acusando al Gobierno Bolivariano de los hechos. No había dudas: “hasta las letras pintadas en las paredes eran de color rojo”, dijo uno de ellos. Por su parte, un sector sionista de la jerarquía judía no hizo mucho esfuerzo por deslindarse de las declaraciones opositoras; todo lo contrario, exaltó la matriz del antisemitismo de Chávez.

LAS SORPRESAS DEL CASO SINAGOGA
¿Qué evidenciaron las investigaciones de la policía científica? Ocho días después, el caso quedó policialmente resuelto, arrojando algunas sorpresas. Primero, no fue un crimen antijudío ni contra los derechos humanos, ni fue el gobierno de Chávez. Segundo, fue un asalto para sustraer dinero y joyas. Tercero, los perpetradores resultaron ser una banda encabezada por el escolta que durante 4 años custodió al Rabino de la Sinagoga; otro de los cómplices era oficial de seguridad interna del templo y oficina de la Asociación Israelita de Venezuela. Cuarto, los organismos de seguridad lograron capturar y someter a juicio a 11 de los miembros de la banda de asaltantes.

EL ANTICHAVISMO ENTUSIASMADO ACUSA A CHÁVEZ
Antes de los resultados policiales, el culpable era Chávez y su gente. Un caso tan delicado y complejo como el de la Sinagoga se perfilaba para los carroñeros de la política oposicionista como un filón electoral ideal, poco les importaba el sentimiento religioso. Había surgido el hecho que colocaría al Presidente Chávez y a la Revolución Bolivariana en el banquillo de los acusados por antisemitismo y violación de los derechos humanos, y justo antes del referendo por la enmienda constitucional. Fueron ocho días de insistente acusación.

En el fragor de esta campaña mediática nacional e internacional, que utiliza la técnica de la unificación y reiteración de contenidos, el ahora fenecido vespertino El Mundo (Venezuela), en su edición del 2 de febrero de 2009, resaltó ampliamente el tema del antisemitismo en las págs. 2 y 16, para un total de tres cuartos de página en noticias.

La contraportada es la noticia. En la pág. 16 de la contraportada, un titular a cinco columnas y con enormes letras, con foto bien grande de los destrozos, destaca: “Judíos temen nuevos ataques”. El sumario agrega: “Exigen al Gobierno Nacional que garantice su seguridad”. Allí se menciona una serie de hechos pasados que intencionadamente apuntan la responsabilidad hacia el gobierno de Chávez.

La noticia de la pág. 3 no tiene desperdicio. La nota firmada por la periodista Gisela Rodríguez es un verdadero compendio de manipulación. Si bien el titular es neutro: “Exigen castigo ejemplar para los profanadores de la sinagoga”; el resto es un homenaje al más extremo antichavismo. Adicionalmente, la noticia muestra una extraña y coordinada alianza entre voceros del Opus Dei y del Sionismo.

En el antetítulo se recurre a la autoridad de los expertos para condicionar al lector: “Especialistas dicen que el verbo incendiario exacerba las pasiones”. Estoy seguro que nadie imagina a quién se refieren con lo de “el verbo incendiario”. En el sumario: “El Estado venezolano puede ser acusado de violar los Ddhh”; es decir, el gobierno de Chávez no respeta los derechos humanos.

Es conocido que tanto dirigentes de la Revolución Bolivariana como de la oposición condenaron el asalto a la Sinagoga Tiferet, cada cual con sus motivaciones. Sin embargo, en el reportaje no se consulta a ningún vocero revolucionario o del gobierno. Todos los “especialistas” y voceros son destacados antichavistas: Antonio Rodríguez Iturbe y Néstor Garrido, en lo local; y El Jerusalem Post, Sergio Widder del Centro Wiesenthal y la ONG estadounidense Liga Antidifamación, en lo internacional. Comprobemos esta afirmación en el cuerpo de la noticia.

Jugando posición adelantada. La redactora, seis días antes de resolverse el caso, ya sabía quienes eran “los responsables” del delito, al escribir el 2 de febrero: “se exige una respuesta contundente y una sanción ejemplar (….) a los responsables para evitar que estos grupos violentos continúen actuando amparados en la impunidad” (resaltado nuestro). Y ya tenemos 10 años sabiendo, por todos los medios privados, que “estos grupos violentos” deben ser los partidarios de Chávez.

Los especialistas como voceros de la manipulación. Seguidamente, se nos medio informa quiénes son los especialistas locales entrevistados: “El internacionalista Antonio Rodríguez Iturbe y el profesor de literatura judía de la escuela de Letras de la UCV, Néstor Garrido…”, quienes declaran lo esperado:

“Los especialistas señalan que el ‘discurso incendiario’ del Presidente ha motivado la actuación violenta contra algunos sectores del país por parte de grupos que se sienten amparados por las autoridades”. Rodríguez Iturbe, uno de estos especializados antichavistas, sentencia que “Son como mandatos indirectos que se dan”. Por su parte, el especialista “Garrido explica que el Gobierno (…) puede ser acusado de violar los derechos humanos…”.

Con el intertítulo “Apoyo a Hamas”, continúan las declaraciones del ex embajador Antonio Rodríguez Iturbe: “…cuando se tiende a exacerbar en la opinión pública de cualquier país un sentimiento xenofóbico o antisemita, eso sin duda tiene unas repercusiones internacionales sumamente serias”; con lo cual este “experto” da como un hecho que el Gobierno venezolano asume y promueve la xenofobia y el antisemitismo, cuando la verdad es que en los últimos cincos años ha legalizado como venezolanos nacionalizados a más de un millón de personas de diversos países, incluidos ciudadanos israelíes.

Además, donde Rodríguez Iturbe muestra toda su morbosa miseria inhumana es al comparar el uso de gases lacrimógeno antidisturbios de la actualidad con las cámaras de gases mortales denunciadas en el asesinato masivo de judíos. Dice el experto: “…la orden de usar ‘gas del bueno’ [lacrimógeno] trajo a la memoria momentos dolorosos de la comunidad judía, quienes recuerdan que más de cuatro millones de judíos murieron por esa causa”.

Todo sea por desprestigiar a Hugo Chávez. Pero debo advertir a Rodríguez Iturbe y a la redacción de la editora Cadena Capriles que también pueden ser acusados de antisemitismo, por no precisar que la cifra de judíos asesinados en el Holocausto es de seis millones.

La parte final del reportaje se reservó para los voceros internacionales, con el intertítulo “Campaña antisemita” y un recuadro, el cual merece un comentario particular. La periodista cita entre sus especialistas un editorial del conservador diario israelí El Jerusalem Post: “los comentarios incendiarios de Chávez acerca de los judíos y el judaísmo atizan las llamas antisemitas y deja vulnerables a los judíos locales”. Luego cita -o le citan, a través de la Agencia Judía de Noticias- al argentino Sergio Widder, “representante del Centro Simón Wiesenthal”, que se manifestó “…contra la escandalosa campaña antisemita que tiene lugar en Venezuela…”.

Un recuadro anónimo de “Cristales rotos”. Dentro de este reportaje de la pág. 3 de El Mundo, insertan una especial nota en un recuadro; breve, pero muy malintencionada: “La ONG estadounidense Liga Antidifamación (…), que defiende a Israel en los medios de comunicación, calificó el suceso ocurrido en Caracas [el asalto a la Sinagoga Tiferet] como ‘una versión moderna de La Noche de los Cristales Rotos’. La organización hace referencia a los sucesos ocurridos en Alemania cuando cometieron asesinatos, saqueos y destrozos contra sinagogas, casas comunales, viviendas y negocios entre el 9 y 10 de noviembre de 1938 y que representó el comienzo del Holocausto Nazi”.

¡Tamaña comparación!: la Venezuela Bolivariana es igual a la Alemania Nazi y Chávez es igual a Hitler, tal es el mensaje manipulador.

Como si no bastara con todo lo antes publicado, la nota del recuadro está calzada con las iniciales JM. Obviamente, no corresponden a la periodista redactora del reportaje, Gisela Rodríguez. Tampoco pertenecen a la Redacción El Mundo (REM). Tampoco son las iniciales de algún periodista publicado en esa edición del diario. Es decir, es una nota venenosa de autoría anónima; sin responsable de su redacción ni publicación.

De verdad, estimados y bien remunerados señores de la editora Cadena Capriles, de corazón les digo: vuestra “prensa equilibrada” no le está dejando terreno a El Nacional, El Universal, ni a Globovisión ni a Noticiero Digital, que son la purificada expresión del antichavismo extremo. ¿Es esto periodismo?
¿QUIÉNES SON LOS EXPERTOS EN ANTISEMITISMO?
Es oportuno y necesario precisar mejor quiénes son los expertos entrevistados y citados en este reportaje del el diario El Mundo, el 02-02-2009. Lo correcto es que los lectores conozcan quién es quien para orientar mejor su criterio al leer o escuchar declaraciones de estos destacados especialistas del antichavismo militante y polifacético, como son: Antonio Rodríguez Iturbe, Néstor Garrido, Sergio Widder del Centro Wiesenthal, El Jerusalem Post y la ONG estadounidense Liga Antidifamación.

Antonio Rodríguez Iturbe. Además de internacionalista y ex embajador, es hermano de José Rodríguez Iturbe, quien es miembro prominente del Opus Dei, de la derecha internacional socialcristiana y fue el ministro de Relaciones Exteriores del breve gobierno del dictador Pedro Carmona Estanga. Por supuesto, nadie escoge a su familia ni tiene que ser responsable por las actuaciones de otros. Pero en el caso de Antonio Rodríguez Iturbe sí comparte con su hermano fascista algo más que la consaguinidad.

Antonio Rodríguez Iturbe también es miembro destacado de la derecha socialcristiana y del Opus Dei, un movimiento ultraconservador de la Iglesia Católica fundado como una secta de poder por Josemaría Escrivá de Balaguer en 1928, un sacerdote español que acumuló su mayor poderío durante la dictadura de Francisco Franco. En Chile, miembros del Opus Dei apoyaron y participaron en la dictadura de Augusto Pinochet. En Venezuela su relación política más directa es con los partidos de derecha Copei y Primero Justicia.

Antonio Rodríguez Iturbe, al igual que su hermano ‘el Canciller de Carmona’ -quien reside y conspira en Colombia desde el 2006-, es profesor de la privada Universidad Monteávila (UMA), creada y regida por el Opus Dei desde 1998. La UMA es una pequeña universidad muy selecta, que ha sido activa en la promoción del movimiento estudiantil opositor al gobierno de Chávez, junto con otras universidades conservadoras, como la UCAB y la Metropolitana, donde también es docente Antonio Rodríguez Iturbe y otros miembros del Opus Dei.

Antonio Rodríguez Iturbe, como todo el Opus Dei y la jerarquía católica conservadora, apoyó el golpe de Estado contra el Presidente Chávez en abril 2002, con el cual se disolvieron todas las instituciones democráticas y se desconoció la Constitución Nacional.

Sin embargo, el 16 de diciembre 2008 no tuvo escrúpulo en firmar un “Comunicado de Profesores de Derecho ante la enmienda constitucional”, donde este movimiento opositor planteaba que el referendo popular propuesto por Chávez es “…una manera de burlar, mediante un fraude a la Constitución (…) un desconocimiento de la voluntad popular…”. Incorregible este especializado antichavista.

Néstor Garrido. “El profesor de literatura judía de la escuela de Letras de la UCV”, es algo más que eso. Es el Secretario General del Centro de Estudios Sefardíes de Caracas (CESC), una institución que tiene como fines nobles promover la cultura y la lengua judeoespañola de los sefardíes. El CESC es integrante de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV); las cuales están controladas y expresan las posiciones reaccionarias del sionismo internacional y de su gobierno derechista en Israel (Ver Centro de Estudios Sefardíes de Caracas y CAIV).

Una de las principales fuerzas políticas en Israel es el partido religioso sefardí Shas, de extrema derecha y aliado clave de los gobernantes reaccionarios. El líder mundial de los sefardíes, el rabino Ovadia Yosef, ha pedido aniquilar a los palestinos con “una lluvia de misiles” porque son “serpientes y demonios. Está prohibido ser piadosos con ellos". Años antes afirmó que “caminar entre dos mujeres es como andar entre dos burros”. Hasta la derechista Tzipi Livni, del partido Kadima, los acusó de pretender extorsionarla para formar gobierno (Agencia EFE, 23-11-2008).

En el marco de esa afinidad política, la Junta Directiva del Centro de Estudios Sefardíes de Caracas (CESC) cuenta entre sus selectos miembros honorarios a José Curiel, uno de los personajes que apoyó el golpe de Estado que derrocó al Presidente Chávez en abril 2002. José Curiel, como máximo dirigente del otrora poderoso partido derechista Copei y “en representación de los partidos políticos”, refrendó el acta constitutiva del gobierno fascista de Carmona Estanga.

Néstor Garrido es profesor de literatura judía en la Universidad Central de Venezuela (UCV) porque en noviembre 2006 se firmó un convenio entre la UCV y el CESC, mediante el cual se creó la Cátedra de Judaísmo Contemporáneo (que además del judaísmo promociona el sionismo como una variante del “judaísmo contemporáneo”). “El programa [de la Cátedra] parte de unas ideas esbozadas por el rabino Pinjas [Pynchas] Brener…”, Rabino Principal en Venezuela y reconocido miembro de la Organización Sionista Mundial.

Además, entre los colegas de Néstor Garrido en la Cátedra de Judaísmo en la UCV está el Rabino Principal de la asaltada Sinagoga Tiferet de Caracas, Isaac Cohén, quien es profesor de Contenido Ideológico del Judaísmo.

Néstor Garrido es también docente de periodismo en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y firmante empedernido de cuanto manifiesto antichavista se publica en los círculos universitarios y de periodistas opositores.

El Jerusalem Post. Es un periódico israelí publicado en idioma inglés. Su línea editorial es de apoyo al gobernante partido reaccionario Likud y al sistema económico del neoliberalismo. Generalmente presenta editoriales agresivos contra el pueblo palestino y las demás naciones árabes.

Sergio Widder del Centro Wiesenthal. El Centro Simón Wiesenthal es una organización famosa por dedicarse a “la caza de criminales nazis de la Segunda Guerra Mundial en cualquier lugar del mundo”, con sede en Estados Unidos. Ante la detención o muerte por vejez de los principales criminales nazis, el Centro Simón Wiesenthal ha reorientado sus objetivos como “una organización judía de derechos humanos dedicada a (…) enfrentar el antisemitismo, el extremismo, el odio y el terrorismo, (…) la defensa de la seguridad de los judíos en todo el mundo…”. Sergio Widder, residenciado en Argentina, es su representante para América Latina.

En su labor de “cazar nazis” el Centro Simón Wiesenthal cultivó estrechos vínculos con el servicio de inteligencia israelí, el Mossad, los cuales mantiene y aprovecha para sus actuales propósitos, que más que defender a la comunidad judía están orientados a utilizarla como escudo para defender las políticas del gobierno sionista de Israel y atacar a los movimientos y gobiernos revolucionarios, calificándolos de extremistas y antisemitas.

Si de esgrimir especialistas y expertos en antisemitismo se trata, veamos lo que opina sobre el Centro Wiesenthal y otras ONG similares el escritor y profesor universitario estadounidense, de origen judío, Norman Finkelstein. En su libro La industria del Holocausto: la explotación del sufrimiento judío (Siglo XXI Editores, Madrid, 2002), señala que poderosos grupos de judíos sionistas están aprovechando la tragedia del Holocausto para su lucro personal e influencia política, “utilizarlo para inmunizar a la política de Israel contra toda crítica”, además de banalizar la cultura judía y su religión.

El académico Norman Finkelstein, PhD en Ciencias Políticas de la Princeton University, asegura que el Centro Simón Wiesenthal funciona como un negocio de familia, y que en los años 90 sus líderes obtuvieron beneficios superiores a 500 mil dólares por año. Al respecto, el propio Centro Wiesenthal informa que “su desinteresada labor” le ha reportado un acumulado de $ 71 millones de dólares en activos netos al mes de junio 2008.

Ante el chantaje del antisemitismo del Centro Wiesenthal o de la Liga Antidifamación y sus similares, el profesor Finkelstein tiene una ventaja incuestionable: es hijo de supervivientes de los campos de concentración de Auschwitz y Majdanek, y el resto de toda su familia pereció en el Holocausto.

Por otra parte, observamos que el antichavismo de Sergio Widder no es nuevo ni producto del asalto a la Sinagoga Tiferet de Caracas. Tampoco es aislado.

El 4 de enero 2006, hace tres años, emitió un comunicado en nombre del Centro Simón Wiesenthal, sucursal para América Latina, acusando al Presidente Hugo Chávez de antisemita. Además, ese ‘luchador contra la segregación y la discriminación’, remitió una carta a los presidentes de los países del Mercosur solicitándoles segregar y bloquear el ingreso de Venezuela a esa instancia de unión suramericana (Agencia Reuters, 04-01-2006).

Dos años después, Sergio Widder publica un artículo de opinión en el diario La Nación, Argentina, 09-04-2008, con un título a quemarropa: “El antisemitismo, en la agenda de Chávez”. El escrito termina así: “Con su profesión de fe antijudía, Chávez parece más un vocero del pensamiento reaccionario que un líder de la emancipación latinoamericana”. Y estamos hablando de diez meses antes de los sucesos de la Sinagoga de Caracas.

El 23-04-2008 Sergio Widder continúa con su encomienda de lograr una condena internacional de antisemitismo contra Hugo Chávez. En declaraciones exclusivas para el portal del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal), con sede en Argentina, afirma que “…el antisemitismo forma parte de la agenda política del chavismo”.

Casualmente el Cadal, que promociona las calumnias del señor Widder, se creó en 2003 como una ONG para promover “…en varios países de América Latina (…) la democracia y el mercado”; es financiado por el CIPE de la USAID, la NED, la Fundación Ford, la Fundación Atlas; y en su Consejo Asesor tiene a Christopher Sabatini -Chris para sus amigos en Venezuela-, un agente operativo CIA, ex jefe de Programas de la NED y miembro del influyente Council of Americas (http://www.cadal.org/). Esos son los aliados del antichavista Sergio Widder y del Centro Simón Wiesenthal.

Finalmente. Una pregunta que estos paladines del antisemitismo deberían responderle a la comunidad judía: ¿Cómo justifican que el Centro Wiesenthal haya realizado campaña en 1992 a favor del líder ultraderechista bosnio Alija Itzetbegovic, un ex militante nazi? (Ver Thierry Meyssan en Red Voltaire, 14-01-2006).

Liga Antidifamación. La Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés) es una ONG estadounidense fundada en 1913 por la logia Bnai Brith (Hijos de la Alianza), una poderosa “organización judía de servicios del mundo”, de ideología sionista y que aglutina a selectos miembros de la oligarquía hebrea mundial en 58 países.

La ADL es un centro de propaganda del gobierno sionista de Israel en Estados Unidos y en los medios de difusión masiva. Su portal oficial (http://www.adl.org/) señala que su misión es “…mediante apelación a la razón y la conciencia y si es necesario a la ley, detener la difamación al pueblo judío”. Califica cualquier crítica al gobierno de Israel de antisemitismo. Su director nacional, Abraham Foxman, está muy vinculado a empresarios de la industria del cobre en Chile y Perú.

La Liga Antidifamación se ha trazado como objetivo político, en el año 2009, incluir por primera vez a Venezuela en su Reporte Anual de países con tendencias antisemitas. El primer paso ha sido aprovechar el ya esclarecido asalto a la Sinagoga Tiferet de Caracas y convertirlo ante la opinión pública en un acto de intolerancia del gobierno venezolano hacia los judíos.

En ese sentido, la ADL ha elaborado una sección de Anti-semitism in Venezuela en su página web, con descaras mentiras contra Chávez y Venezuela. Allí difunde un informe titulado “Comunidad judía de Venezuela bajo amenaza”, que expresa la intensa politiquería reaccionaria en defensa del gobierno sionista de Israel, no del pueblo judío. La nota de prensa de la ADL “informa” lo siguiente:

”Nueva York, NY, 2 de febrero, 2009 (…) ‘Los antisemitas en Venezuela se sienten envalentonados y apoyados por la retórica y las acciones del presidente Hugo Chávez y su gobierno’, dijo Abraham H. Foxman, Director Nacional ADL. ‘El más reciente ataque en la sinagoga de Caracas no sucedió en el vacío. Tuvo lugar en una atmósfera de intimidación y amenazas contra la comunidad judía…".

El señor Foxman tampoco pierde ocasión para cumplir su rol político antichavista, y opina sobre la situación interna de Venezuela. El director de la Liga Antidifamación, desde Nueva York, sentencia quienes representan a “la inmensa mayoría del pueblo venezolano”, cuando apenas faltaban dos semanas para las elecciones del referendo constitucional:

"Nos sentimos alentados por las numerosas expresiones de apoyo a la comunidad judía de Venezuela procedentes de políticos de la oposición y medios de comunicación independientes [léase de oposición], que creemos reflejan con más precisión los puntos de vista y sentimientos de la inmensa mayoría del pueblo venezolano". Sólo quedó por agregar la consigna de la oposición local: “¡No es No!”.

Lamentablemente para Abraham Foxman y sus voceros, “la inmensa mayoría del pueblo venezolano” está con Hugo Chávez y las fuerzas revolucionarias, y así quedó reflejado en el referendo del 15 de febrero 2009, al obtener 55% de los votos del pueblo por el Sí.

LOS PROFETAS DEL ENGAÑO ANTICHAVISTA
No reclamo que alguien asuma una posición política contrarrevolucionaria, sino que la pretenda encubrir con un manto religioso o étnico, involucrando a toda la comunidad judía en Venezuela, donde no todos sus 15.000 integrantes son antichavistas.

Al respecto, les mostraré la conducta provocadora y antichavista que mantiene cierta directiva -repito, cierta directiva- de una parte de la comunidad judía. Es la misma dirigencia que en abril de 2002 coqueteo con el dictador Pedro Carmona Estanga y todavía no ha reconocido la labor policial del gobierno venezolano ni ha expresado disculpas por señalar, velada e injustamente, al Presidente Chávez como responsable del asalto y profanación de la Sinagoga en Caracas. ¿Quieren ver?

Chávez es culpable aunque se demuestre lo contrario. De otra manera no es posible entender que se continúe insistiendo en el móvil del antisemitismo por el asalto a la Sinagoga Tiferet, después de resuelto policialmente el caso.

La Sección Juvenil de la Organización Sionista Mundial publica el 11-02-2009, cuando ya era conocida la verdad de los hechos, la siguiente noticia, de un evento ocurrido el 3 de febrero: “Jóvenes judíos venezolanos realizaron una concentración a las afueras de la oficina de la ONU en Caracas. (…) Allí se entregó un documento, donde se exige respeto a los Derechos Humanos y a la libertad de culto religioso (…) con pancartas que decían ‘el antisemitismo no es sentimiento de venezolanos’, y el ‘odio solo siembra odio’, (…) vociferaron consignas como ‘somos venezolanos’ y ‘libertad, libertad…”.

¿Qué motiva que un acontecimiento ocurrido el pasado 3 de febrero sea destacado ocho días después, en un medio tan dinámico como es Internet? Obvio, que permanezca registrado por siempre el supuesto antisemitismo de Chávez y del gobierno venezolano.

El 18 de febrero 2009, diez días después de que el gobierno venezolano identificó y apresó a los ladrones de la Sinagoga en Caracas, Sergio Widder declara a la Agencia Judía de Noticias que “…Chávez ‘sabe que la toma de una sinagoga por más de cinco horas es muy difícil que haya sucedido sin el conocimiento de algún alto funcionario’ del gobierno venezolano”.

Nadie le habrá dicho al vocero para América Latina del Centro Simón Wiesenthal que el cabecilla del grupo que perpetró el delito era el escolta del Rabino y que un oficial privado de seguridad de la propia Sinagoga también está preso por cómplice.

En su amplia declaración, el señor Widder se da el lujo de amenazar a los presidentes de Argentina y de Brasil si no denuncian a Hugo Chávez, “…ya que de lo contrario estarán ‘de alguna manera aceptando’ lo que ocurre en Venezuela. Además, advirtió que ‘Venezuela es hoy un Estado que aprueba, tolera y promueve el antisemitismo".

Pero hay más en esta noticia de la Agencia Judía de Noticias. El argentino Sergio Widder utiliza el manto del antisemitismo para entrometerse descaradamente en la política y en las decisiones electorales de la mayoría del pueblo venezolano, repitiendo el mismo lenguaje de la derrotada oposición local:

“En relación a la reelección indefinida aprobada en Venezuela [el 15 de febrero], el representante del Centro Wiesenthal sostuvo que este mecanismo ‘sin posibilidad de recambio no es algo que fortalezca al sistema democrático’. Widder consideró que esta reforma ‘busca perpetuar en el poder a una persona más allá de cuál es su proyecto político’. ‘Hay que ver cómo impacta esto en la sociedad venezolana…”.

Sin duda el sionismo es atrevidamente reaccionario.

Sentencia previa sin escrúpulos. Antes de conocerse las investigaciones policiales, la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV), “ente representativo de la comunidad judía del país”, emite el 2 de febrero 2009 un Comunicado a todos los venezolanos, condenando de antemano a Chávez; en el cual expresa “…su indignación y más enérgica protesta ante esta agresión producto del clima antijudío que se ha desatado en Venezuela como consecuencia del discurso incitador al odio del Gobierno Nacional”. Así, textual.

En el párrafo final llaman a la protesta contra el gobierno nacional, “incitador del odio” y culpable de los hechos: “Hacemos un llamado a todos los ciudadanos de buena voluntad para que eleven su voz de protesta…”· Y convocaron a una “Concentración en rechazo a la profanación de la AIV”, el día 5 de febrero, a las 4 pm, frente a la Sinagoga Tiferet.

De hecho, desde el día primero hasta el 6 de febrero, por la Sinagoga desfilaron los principales voceros de la oposición y los diplomáticos de las embajadas de Estados Unidos, Polonia, El Salvador, Colombia y de cuanto país con gobierno de derecha existe, aprovechando los sucesos para atacar al gobierno venezolano.

En el comunicado, la directiva de la CAIV, bien informada de los sucesos en la Sinagoga, relata que “Los perpetradores sometieron a los dos vigilantes de guardia y procedieron a invadir los espacios causando numerosos destrozos en bibliotecas y salas de estudio, dejando consignas ofensivas antijudías en las paredes de las oficinas. En la Sinagoga, profanaron el arca que contiene las Sagradas Escrituras”.

Pero olvidan un pequeño detalle. Quizá por estar tan agobiados por el suceso criminal, los directivos de la CAIV nada dicen de que los perpetradores robaron una buena suma de dinero en efectivo y joyas. Vale recordar que el cabecilla de la banda confesó luego que buscaban, además, 200 mil bolívares fuertes en efectivo (unos 100 mil dólares) y un valioso plato de oro, que no lograron encontrar.

¿Por qué en el texto del comunicado los directivos de la CAIV no informaron del robo de dinero y joyas? ¿Sería para que en la comunidad judía y en la opinión pública nacional e internacional sólo prosperara la hipótesis del antisemitismo, “como consecuencia del discurso incitador al odio del Gobierno Nacional”?

En los diarios de la Cadena Capriles, para no ir muy lejos, se puede extraer información interesante sobre otras hipótesis. Funcionarios de la policía científica “…determinaron la falta de cuatro monitores de seguridad, una computadora personal y dinero en efectivo” (El Mundo, 02-02-2009, p. 16).

En Últimas Noticias, el 09-02-2009, p.24, se publican más detalles: “…quien lo planeó todo fue el (…) escolta de un rabino, a quien le solicitó un préstamo. El ministro judío le negó el dinero y entonces el uniformado optó por planear un asalto a la sinagoga en busca del dinero que necesitaba. (…) entran a la sinagoga. Pintan grafitis en las paredes para despistar a los investigadores y ‘disfrazar’ el robo”. A los ocho días la policía logró apresarlos y “…recuperar un collar de perlas…”. Sí, un hermoso collar de perlas.

Un “caso similar” de antisemitismo hace 20 años. El 8 de febrero 2009, cuando todavía no se había publicado el resultado policial de ese mismo día, el diario Últimas Noticias (p. 28) reseña la versión de un profesor jubilado de un colegio judío: “Docente avala tesis del autoatentado en sinagoga”. Declaró que le parece similar a un hecho ocurrido en 1989 en el colegio Herzl-Bialik, ubicado dentro del Club Hebraica, cuando él trabaja como coordinador de la cátedra de Biología:

“…el colegio amaneció con pintas [graffitis] semejantes a las escritas en la sinagoga hace una semana. ‘Mueran los judíos’, ‘Judíos asesinos’ (…) reunieron a todos los profesores y uno de ellos confesó haber planeado aquel ‘ataque’ junto a alumnos de 5º, con el propósito de ‘elevar la unidad de los estudiantes judíos”.

Sería interesante conocer el nombre de ese profesor y de sus antiguos jóvenes alumnos de bachillerato, 20 años después.

Otra versión tardía de la matriz del antisemitismo. El 09 de febrero ya era público que lo sucedido en la Sinagoga había sido un delito de robo y no un acto de intolerancia religiosa o de antisemitismo contra los judíos. A pesar de ello, la directiva de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV) publica ese día, en su portal web, la siguiente noticia:

Yad VaShem alerta al pueblo de Venezuela. Nosotros, los integrantes del Comité Venezolano de Sobrevivientes del Holocausto (…) no esperábamos que en Venezuela se repitieran los hechos con los que comenzó la aniquilación sistemática de los judíos en la Alemania nazi, con la profanación de templos se inició la mayor tragedia del siglo XX: el Holocausto”.

¿Se puede ofender más al pueblo venezolano con semejante comparación? Esa calumnia sigue allí publicada.

Esas comparaciones son estúpidas y repugnantes. Y si los círculos sionistas de poder quieren aplicar a estas palabras el estigma del antisemitismo, se equivocan; pues esto lo dijo un judío alemán luchador contra el antisemitismo. Un artículo de James Geary, del 12-06-2002, en un informe del Movimiento contra la Intolerancia, de España, expone lo siguiente:

“…los expertos no creen que el antisemitismo vaya en aumento (…) [sino] que se ha roto el tabú de la prohibición de criticar a Israel”, dice Wolfgang Benz, director del Centro de Investigación del Antisemitismo en la Universidad Técnica de Berlín. “Aunque reconoce la seriedad que tienen los incidentes…”, el profesor Benz alerta que “Las comparaciones con la noche de los cristales rotos son estúpidas y repugnantes" (Movimiento contra la Intolerancia. Informe RAXEN 2002, España, p. 76.)

Se imagina el señor Abraham Levy Benshimol, presidente de la CAIV, que un grupo de venezolanos, parafraseando el comunicado del 9 de febrero del Comité Yad VaShem, publique algo como esto:

“…no esperábamos que en la Comunidad Judía de Venezuela se repitieran los hechos con los que comenzó la manipulación de la verdad para aniquilar revolucionarios en la Alemania nazi, con la política de propaganda de Joseph Goebels de que ‘una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”.

Seguro se molestaría el señor Levy Benshimol y toda la comunidad judía, tanto como se ha ofendido a la mayoría de los venezolanos con sus odiosas comparaciones. Si el señor Abraham Levy Benshimol y otros directivos quieren seguir atacando a Chávez, que lo hagan como ciudadanos y no se involucre en su contienda política antichavista a toda la comunidad judía.

Visionarios del futuro antisemitismo de Chávez. De verdad, algunos líderes del sionismo se atribuyen el don de los profetas, de conjeturar y predecir acontecimientos futuros; y los de Venezuela no se quedan atrás. Hemos dicho que desde enero 2006 se viene tejiendo el expediente del antisemitismo para desprestigiar al Presidente Chávez y a la Revolución Bolivariana.

Sin embargo, no deja de asombrar la precisión profética de muy corto plazo del señor Abraham Levy Benshimol, presidente de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV), quien el lunes 26 de enero 2009 -cinco días antes de los sucesos en la Sinagoga Tiferet de Caracas- asistió al Congreso Mundial Judío en Jerusalén. En su intervención ante la conferencia de este magno evento dijo que “En Venezuela el antisemitismo está avalado por el gobierno", según publica el diario israelí Haaretz, el 26-01-2009 (Ver YVKE Mundial, 28-01-2009).

El texto de la noticia relata que “…Abraham Levy Ben Shimol afirmó: ‘ustedes probablemente tienen noticias de muchos incidentes antisemitas, pero donde nosotros vivimos, el antisemitismo está respaldado; viene del presidente, a través del gobierno…”.

Y cuando la situación no pasaba más allá de unas lamentables pintas (graffitis) de algunos intolerantes, ignorantes o interesados que todavía confunden a todos los judíos con el gobierno sionista de Israel; zas, ocurre el asalto que profanó la Sinagoga de Caracas el 31 de enero 2009, “incitado por el discurso incendiario del presidente Chávez”. O para decirlo en palabras del señor Abraham en Jerusalén: “Dado que el gobierno está muy involucrado en la vida diaria de sus ciudadanos, su influencia es mucho más efectiva".

El señor Levy Benshimol también aprovechó su presencia en el Congreso Mundial Judío para denunciar ante el mundo “otro acto grave de intolerancia antisemita” del gobierno de Chávez: “…una bandera palestina se ondeó durante una sesión del parlamento [venezolano]”, expresó con voz entrecortada. ¡Qué espíritu de ‘tolerancia’ hacia los otros! ¡Qué ‘respeto’ a la soberanía de Venezuela! ¡Qué manipulación! ¡Qué odio hacia todo lo palestino!

EL DESPRECIO SIONISTA CONTRA CHÁVEZ Y LOS VENEZOLANOS
Hablemos con sinceridad de intolerancia. No pocos de ustedes, señores sionistas, desprecian a Chávez. No lo toleran. Y hasta algunos de sus máximos jerarcas participaron en el golpe de Estado del 11 de abril 2002. Durante la breve dictadura de Carmona Estanga, vimos en el Palacio Presidencial al Rabino Principal Pynchas Brener, apoyando ese acto de intolerancia contra la nueva democracia y la Constitución Nacional. También vimos a uno de sus miembros honorarios, José Curiel, firmando el decreto vil “en representación de los partidos políticos”.

Ahora, esa actuación es responsabilidad de ellos y de quienes les secundaron, no de la comunidad judía como un todo. Respetemos a la comunidad judía, pero también respetemos a la mayoría del pueblo venezolano que construye la Revolución Bolivariana con el liderazgo del Presidente Chávez. Asuma cada quien su antichavismo militante y polifacético, pero sin máscaras religiosas o étnicas ni con comparaciones odiosas de antisemitismo.

¿Qué no convirtieron el caso de la Sinagoga Tiferet de Caracas en un evento político antichavista? ¿Qué es sincero cierto discurso sobre tolerancia y convivencia humana que se difunde para contraponerlo al “discurso incendiario e intolerante” del Presidente Chávez?

Si no es suficiente todo lo demostrado aquí durante el escándalo nacional e internacional por el caso de la Sinagoga, que alguien lea las páginas del semanario Nuevo Mundo Israelita, “al servicio de la comunidad judía de Venezuela” (http://www.nmidigital.com/); y después hablamos de segregación y de intolerancia.

La tolerancia que se reclama no es precisamente lo que se expresa, por ejemplo, en los recientes ejemplares Nº 1.684 al Nº 1.690, de enero a febrero 2009, de Nuevo Mundo Israelita (NMI); que pareciera más bien al servicio del sionismo reaccionario en Venezuela, y no de la totalidad de la comunidad judía.

Superioridad de la raza elegida, justificación de arrasar pueblos “peligrosos”, colocar murallas “esencialmente correctas”, defensa de las “empresas judías” amenazadas por grupos de una “izquierda tercermundista”; es lo que observamos en sus páginas. Y mucho odio recubierto con relatos históricos interesados y reflexiones seudo filosóficas excluyentes. Y ofensas, muchas ofensas al pueblo y al Gobierno Revolucionario de Venezuela.

¿Más pruebas? Veamos estas pequeñas dosis de “tolerancia y humildad”:

1.- Los judíos “…re­­presentamos y encarnamos en la his­to­­ria de la Humanidad la posición univer­­sal decidida de la moral…” (Gabriel Bentata Sabah. NMI, Nº 1.690, 20-02-2009).

2.- “Delenda est...” -que en latín significa “Debe ser arrasada…”- es el ‘tolerante’ título de un artículo que “las hordas patizambas” y los “no gentiles” seguro no entenderán; en el cual se justifica ‘históricamente’ la construcción de murallas “…en sitios estratégicos que separaban lo ro­ma­no de lo que no lo era. Esta imagen es esencialmente correcta para cierto período de la historia romana…” (Mauricio Goihman Yahr. NMI, Nº 1.690, 20-02-2009).

3.- “…digo Gobierno [venezolano], palestinos, iraníes, hampones, comando de ignorantes, rebaño de cobardes, (…) del antisemitismo sembrado con saña desde altas esferas…” del poder (Editorial de Jacqueline Goldberg, Directora de NMI, Nº 1.688, 04-02-2009).

4.- El gobierno de Chávez, “Esta mala película (…) en tono de Bananas [es decir, de monos] tendrá, como toda película, su fin” (Harry Almela. NMI, Nº 1.688, 04-02-2009).

5.- “…las palabras del primer magistrado nacional sí tienen eco y receptividad en las hordas patizambas y desdentadas, vo­cacionalmente violentas y agresivas que lo deifican, (…) bandas mer­ce­na­rias, armadas hasta los dientes, prestas a ejecutar las más as­que­rosas órdenes provenientes del alto Gobierno bo­li­va­ria­no y socialista; (…) [no así] el heroico y valiente Pueblo Judío…” (Ariel Segal. NMI, Nº 1.688, 04-02-2009).

6.- Apoyamos la ofensiva militar de Israel. “Por lo tanto, rechazamos la posición trai­dora y cobarde del régimen cha­vista (…) ficha del narcoterrorismo in­ternacional” (Oswaldo Álvarez Paz, político ultraderechista que llama a “eliminar a Chávez”. NMI, Nº 1.684, 09-01-2009).

Señores directivos y miembros de la comunidad judía toda: ¿Cómo se llama esto? ¿Se merece el pueblo venezolano, que apoya mayoritariamente al Presidente Chávez, semejante descarga de improperios, semejante muestra de intolerancia y desprecio en el periódico oficial de la comunidad judía en Venezuela? No he visto un sólo artículo, una opinión de alguno de ustedes reprochando esas publicaciones ofensivas y excluyentes.

Todavía el pueblo venezolano no ha escuchado ni leído una disculpa por acusar provocadoramente al Presidente Chávez del asalto a la Sinagoga Tiferet de Caracas.

Ahora entiendo lo que significa: “A Dios rogando y con el mazo dando”.

Epílogo ante el chantaje del antisemitismo. El tema es complejo y hasta peligroso para cualquiera que sea acusado de antisemita, a tal punto que el Canciller de Venezuela y altos funcionarios del gobierno de Chávez debieron reunirse con representantes de la comunidad judía en la propia Sinagoga Tiferet y aplicarse en resolver magistralmente el caso del asalto a este templo.

El reaccionario y guerrerista gobierno de Israel y los jerarcas del sionismo mundial -gobierno y jerarcas del sionismo, dije- utilizan el sufrimiento histórico del pueblo judío para blindarse ante la opinión pública. Si usted critica la actuación de la ministra de Exteriores de Israel, la derechista y agente del Mossad, la señora Tzipi Livni, quien justifica asesinar niños en Palestina “hasta cumplir los objetivos”, usted es calificado de antisemita, usted está ofendiendo a los judíos; por tanto, usted es igual a Hitler y su país es una copia de la Alemania Nazi.

La manipulación política e interesada del tema del antisemitismo sólo los propios judíos no sionistas pueden ayudar a erradicarlo, con actitudes serias y sensatas que permita diferenciar el trigo de la cizaña, la verdad de la mentira; sin negar que existen personas y grupos antisemitas, anticatólicos, antiprotestantes, antimusulmanes, antiateos, antipalestinos, antinegros, antiindígenas, y también gente que odia a muerte a Chávez.

Lo que si no ayuda para nada es atizar la intolerancia a la inversa, atizar el odio y el desprecio hacia el Presidente Chávez y sus partidarios, utilizando el argumento del antisemitismo.

Una pregunta final a los inocentes. ¿Qué hacían el 30 de junio 2008 en Caracas los agentes especiales del Departamento de Estado norteamericano, Gregg Rickman, Karen Paikin y Robert Downes, en una reunión con los jerarcas de la comunidad judía de Venezuela?

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